viernes, 2 de julio de 2010

Más poemas estudiados en mis tiempos mozos

En tanto que de rosa y azucena

Se muestre la color en vuestro gesto,

Y que vuestro mirar ardiente, honesto,

Encienda el corazón y lo refrena;

Y en tanto que el cabello, que en la vena

Del oro se escogió, con vuelo presto,

Por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

El viento mueve, esparce y desordena;

Coged de vuestra alegre primavera

El dulce fruto, antes que el tiempo aireado

Cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,

Todo mudará la edad ligera,

Por no hacer mudanza en su costumbre


Garcilaso de la Vega

1 comentarios:

Alberto Zeal dijo...

Garcilaso, menudo genio... Nadie ha descrito la belleza de la naturaleza humana como él... Algún día tendré que leerme sus églogas completas. Deben ser una auténtica maravilla.