miércoles, 9 de enero de 2008

Lento, inexorable y casi sin retorno desgaste

Nadie puede predecir el futuro de aquí a X meses, de hecho, es difícil prever lo que puede acontecer de un día para otro, pero en ocasiones hay cadenas que parece que por mucho que pasen los años no cederán mientras el reo permanezca sin hacer nada en la sumisa comodidad de su aceptación.

Porque esa sumisa aceptación de la comodidad no impedirá que en el futuro, una vez cumplida esa condena, aún siendo en una prisión plateada, que la vida del entonces reo carezca de sentido sin esas cadenas contra las que no luchó o no supo hacerlo en su debido momento.

En la mano del reo está el conseguir que esa cárcel plateada deje de tener barrotes, que deje de tener cadenas e incluso que sea un lugar de residencia en paz, un hogar, donde el amor sea libre y sin condiciones.

Es el reo, y solamente el reo, el único con el poder suficiente para dejar de serlo, y ser por fin dueño de su destino.

3 comentarios:

Celebnár dijo...

Hay veces en las que todos nos sentimos en una jaula de cristal, de oro o de lo que sea, y lo peor es cuando estás preso y no quieres salir de tu jaula por miedo a lo que hay fuera, a lo que te puedas encontrar, a la incertidumbre.

Venga a por todas, Welo, que el mundo está en tus manos ^^

Anónimo dijo...

Sí, coincido con Nani, Aunque, a veces, como bien dice el refrán "lo urgente no deja sitio para lo importante". Amos, que hay tantas cosas que hacer que no se pueden djar que acaba uno, no ya acomodándose a la cárcel, sino sin tiempo siquiera para notar que estás en ella.

Un besote y ánimo!!!
(por cierto, ¿al final la capa es vuestra? :P)

Elessar dijo...

Pues no, me parece que la capa no es nuestra :S