A falta de dos horas para ponerme a una limpieza general, sin sueño, y a falta de dos días para que termine el año ni creo que pase algo extraordinario digno de mención (toco madera) ni creo que encuentre mejor momento para hablar de este 2010 a punto de concluir.
Han pasado tantas cosas que han dejado huella, muchas de ellas tan importantes, que si tuviera que definirlo en una palabra sería trascendental, hasta tal punto que puede que no sea consciente de la totalidad de su dimensión hasta que pase un año o dos.
El año comenzó algo difícil, sin demasiadas esperanzas o expectativas, pero ya en nochevieja tuve la suerte de reencontrarme con un viejo amigo de hace largos años, Salvador, cuya amistad había quedado en stand by años atrás por cuestiones de cabezonería comunes a ambos dos, así que estando en un momento algo delicado, descreído y falto de ilusiones, la cosa no empezaba nada mal.
De cualquier manera, por una serie de motivos que en este párrafo no vienen al caso, los primeros meses del año iban pasando muy lentos y la sensación que me invadía es que el año pasaría sin pena ni gloria. Tampoco iban demasiado bien las cosas a nivel estudiantil, y eso obviamente no ayudaba demasiado.
En San Patricio sucedió algo muy parecido a Nochevieja, que fue reencontrarme con Eli, cuya amistad también se había perdido años atrás por circunstancias diferentes a las de Salvador, y a fé mía que fue uno de los motivos que reactivó el año, pues me animé a hacer otras cosas poco después, como irme con un grupo muy majo que se formó en nochevieja a una escapada el puente de Semana Santa que me vino de fábula para desconectar de las mil historias que me calentaban la cabeza meses atrás. Delia puede dar fé de lo ilusionado que me tenía el asunto :)
Y el caso es que después de Semana Santa empezaron a suceder grandes gestas muy inesperadas...mi Atlético de Madrid, que tantos disgustos y sinsabores me ha dado en la vida, y tan pocas alegrías me dio la primera desde 1996. Empezó a llegar lejos en la Europa League y reactivó la ilusión de una afición descreída y castigada largos años desde el descenso a segunda, la intervención judicial y las mil tropelías de la directiva. Y mi peña Atlética fue recobrando también la ilusión, y yo percibía feliz que podía cumplirse uno de mis sueños. Siempre había deseado ver ganar un título europeo al Atleti, pero mi afición a este club empezó en 1992 y no tenía amistades con quien compartirla, y mi peña se abrió justo después del doblete. En ella hice muchos amigos con los que pasé malos ratos y sufrí mucho, especialmente en el descenso, y por fin parecía que podía celebrar algo con ellos.
El sueño se hizo realidad, y fue mejor aún que lo soñado, porque además de celebrarlo con la gente de allí, las llamadas a Selerkala, Finduriel y Silmaril, colchoneras de pro, endulzaron mucho más un sueño inolvidable. La única pena fue que poco después no se repitiera en Copa del Rey, pero el año nos tenía guardada otra sorpresa más a finales de agosto.
Mientras tanto, en julio tuve la suerte de acudir a otro aniversario del smial de Pelargir, smial que no sabe hasta que punto le estoy agradecido y lo importantes que son, pues gracias a ellos no he desconectado de algo que me gusta demasiado que conocí merced a algo que amé y sigo amando con obstinada tenacidad.
Gocé de su compañía, de su hospitalidad, de su alegría, de su maravillosa amistad y comprensión, pues han sabido estar justo donde debían en momentos muy difíciles. Dadas las circunstancias, es un mérito muy loable porque no es fácil de conseguir, lo digo con conocimiento de causa.
El verano continuó caluroso e insoportable como pocos (por mucho que me digan, este ha sido más caluroso que ninguno ¬¬ xD) y a finales de agosto tuve la suerte de repetir el sueño con el Atleti, con mi peña, con mis Seler, Findur y Silma, cuando el equipo conquistó la Supercopa de Europa ante el Inter de Milán cuando pocos apostaban por ello.
Ya en septiembre me volví a reencontrar con la cruda realidad estudiantil, pero heme aquí que también me encuentro con la sorpresa que me permitió tras una convocatoria extraordinaria que desconocía, la oportunidad de poner punto y final a una carrera que se había alargado demasiados años. Demasiadas dificultades, demasiados disgustos...pero al cabo la única responsabilidad fue mía al no verme con las fuerzas suficientes para superarlos...pero felizmente lo conseguí, y con ello quitarme toneladas de telarañas de encima y abrir unas puertas enormes llenas de tantas y abrumadoras posibilidades que aún ahora me tienen algo desconcertado, pero con las ideas bastante claras...porque como bien dijo Frodo en la lectura que semanas antes hice en la EC, No pueden vencer enternamente.
Y si, ese fue otro gran momento del año...la Estelcon de Edhellond, la oportunidad de reencontrarme con viejos amigos...tantos que o no me cabrían o me dejaría alguno y no me gustaría, y también de hacer nuevos...ha sido genial conocer por fin al resto del smial de Tol Eressea o la sorpresa de Varda tras el rol en vivo, anda que no me lo paso bien chinchando a cierta Sacovilla entrometida por msn :P
Y llegados a este punto, a diciembre, no puedo olvidarme de Bardo y Marta con el cumple tan chachi que me brindaron (los suyos tampoco lo fueron menos, y ver con Bardo Machete no tuvo precio xD) concluyendo así un año bastante dulce a decir verdad.
Pero también hubo cosas malas en el año, no las nombraré pues la mayoría sabe cuales fueron y la magnitud de lo que trajeron consigo. Pero incluso ahora mismo hasta cierto punto soy capaz de ver cuestiones positivas...no solo porque de todo se aprende. Un hecho reciente como la mala noticia del fallecimiento en accidente de tráfico de mi excompañera de colegio Maribel me produjo un inesperado cambio de chip. Hay pocas más dolorosas que la muerte de un ser querido, ni cosas que hagan cambiar tanto a las personas, o más exactamente, cambiar la vida de estas, como la muerte en si. La muerte de mi querido abuelo me llevó a refugiarme en un libro de un señor llamado John Ronald Reuel Tolkien, y los lectores de este blog aquí presentes saben lo que ha influido en mi vida. La pérdida de Maribel aunque dolorosa e inesperada no es comparable, pero se trata de dolores reales, sin solución, que curiosamente ayudan a enfocar otras cosas de una forma diferente.
Si además de ello, gozas de buenos amigos con los que conversar de las cosas buenas de la vida, y en ocasiones de las malas(como ayer, con una persona que sabe muy bien quién es y de qué estoy hablando ;) ) consigues además que esas cosas además de verlas de una forma diferente puedas al fin comprenderlas, y lo que supusiera en el pasado dos largos años de preguntas sin respuesta, o más concretamente, sin respuesta completa, te llevan de forma inesperada a la paz, a la comprensión, e incluso al perdón.Y a no necesitar encontrar más respuestas.
Habrá heridas que no se curen nunca, el olvido para muchos (personalmente creo que para nadie de este mundo) no existirá, pero llegados a este punto, si puedo hablar de comprensión y perdón creo que el paso es importante, especialmente en lo relativo a mirar hacia adelante.
Porque personalmente, independientemente de euforias (la vida actualmente no está para ellas) pienso que lo mejor está por llegar, hay proyectos reales y realistas en mente, hay personas importantes con las que compartir sueños (se me olvidaba mencionar a seis letras, que también ha vuelto a mi vida, aunque no de la forma que me gustaría, pero igualmente me hace feliz)hay ilusiones, y hay sueños, que me hacen pensar en el futuro con una amplia sonrisa.
Ahora por lo pronto, apenas queda una hora para una limpieza a fondo, ordenar ¡por fin! la estantería de libros y deshacerme de las cintas vhs que me ocupan un sitio inútil y colocar en él los dvds para que la librería sea por fin una librería decente y no un coso raro con delirios de grandeza de grandes almacenes.
Y a seguir cotilleando ( :P ) mientras lo ordeno todo la barriada de Huelin con una sonrisa mientras pienso en el futuro con ilusión, que al fin y al cabo es lo que importa.
miércoles, 29 de diciembre de 2010
Balance 2010
Publicado por Elessar en miércoles, diciembre 29, 2010
Etiquetas: balances
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3 comentarios:
De los años agridulces es de los que más se aprende.
Ahora es cuando toca aprender de lo malo, pero dejar en la despensa del recuerdo sólo lo bueno.
Feliz 2011!!!!
La verdad es que entre la consecución de tu carrera, los títulos del Atlético y la EstelCon, has disfrutado de un año inmejorable. Y, como bien apuntas, ahora llega lo mejor: el tiempo de los proyectos, las ilusiones, las esperanzas... Ya verás cómo tu vida será mucho más brillante a partir de ahora ^_^
¡Feliz año nuevo, Greg! ^_^
P.D.: Pssst, España ganó un Mundial de algo. Vimos cierto partido juntos :P
Lo había dejado sin poner a propósito por tu post xDDD
Pero si, ese es OTRO motivo por el que el año ha molado tanto :-)
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