sábado, 12 de julio de 2008

A pocas horas de una aventura vital

Y en este caso no hay ningún anciano de barba gris que me haya embaucado como Gandalf hiciera con el pobre Bilbo para saquear la caverna de Smaug....esto ha sido responsabilidad mía.

Hace ya casi un mes tomé una decisión de retomar el contacto con una persona no se si decir si querida, quizá añorada sea más cercano a la realidad, y en las últimas dos semanas lo recuperé...hasta tal punto que los acontecimientos se han precipitado de tal manera que en algo más de 24 horas me embarco en un viaje a Bruselas de una semana para reencontrarme con ella.

Si tengo que ser sincero, tengo sentimientos bastante encontrados y contradictorios. Tengo claro que esto es algo que deseaba hacer desde hace tanto tiempo que casi no recuerdo tanto y si no lo hice antes fue única y exclusivamente por no hacer daño a otras personas que durante muchos años han sido el centro de mi vida. Si ya de por si tiene cierta complicación tomar decisiones que solo afectan a uno solo, qué podría decir de tomarlas cuando afectan directamente a seres tan queridos.

Ciertamente,tengo claro que quizá todo esto esté yendo demasiado rápido como para asimilarlo con la suficiente serenidad que ello requiere y no puedo negar que en algunos momentos contados me asaltan dudas sobre si hago lo correcto.

Pero también soy consciente de que en este momento necesito todo el valor que pueda sumar, pues siento que concretamente este es uno de los golpes de timón más decisivos (de los muchos que me quedan por dar, y que últimamente vienen seguidos y en fila india) de cara a enderezar el rumbo a lo que quiero que sea una vida, mi vida, que por falta de convicción y por variables ajenas a mi control lleva demasiado tiempo postpuesta.

La decisión está tomada. Dios quiera que a mi regreso todo esté como mínimo igual de bien que lo dejé, que aunque podría ser mejor, no será poco.

Un abrazo a todos, espero poder contaros buenas noticias a partir del 21 de julio.