miércoles, 10 de octubre de 2007

Nuevas sensaciones

Este año he empezado el curso con unas sensaciones tan diferentes a las que tenía años atrás que más que redescubrirlas parece que son nuevas.
Por una parte, es muy de agradecer que por fin, tras cerca de cuatro años, la asignatura de Didáctica de la lengua y la literatura sea eso mismo, didáctica para niños de primaria, y no sintaxis que al profe de turno le mola dirigida a alumnos de 2º de bachillerato, porque el profesor tiene que saber infinitamente más que el alumno.
Hacía años que no podía decir esto, pero me veo aprobado. Una menos.

En cuanto a Psicología de la educación y del desarrollo en la edad escolar o, lo que es lo mismo, mi bestia negra desde mis más felices e ilusionados inicios de carrera, si bien la veo tan densa como siempre, si que observo bastantes cosas positivas relativas al cambio de profesor y la metodología y estructuración que le ha dado al temario, bastante más natural e intuitiva, cosa que es de agradecer.
En este caso no diré que me veo aprobado, pero tras todo lo expuesto en la presentación de hoy (ya les vale, tardones de mierda ¬¬ ) si que puedo decir que la percibo un 20% más sencilla. Y al menos, a este tío se le entiende, tiene claro lo que quiere, sabe transmitirlo...¡Y se le oye! ¡Milagro! ^^U

Pero todo esto no tendría la décima parte de relevancia si no fuese por otra cosa. Las sensaciones de las que os hablo al principio del texto ya las tenía, aunque en menor medida, antes de estas presentaciones.
Durante los últimos años para mi ir a la facultad suponía un ir porque no hay más cojones que hacerlo, o, siendo menos soez, cabalgar hacia la batalla, pero no a la victoria. Eso, por suerte, ha cambiado.
Y ha cambiado porque tras muchos años,las metas que al principio de carrera las mirabas con una sonrisa y que con los palos que da la vida pasas a mirarlas oscilando entre la prudencia y la irresolución (bastante más en lo segundo, para qué engañarnos) vuelven a verse como posibles, dentro de una lógica prudencia que aleje de insensatas euforias incontenidas.

Quiero verme dentro de veinte días, eso si...pero tras bastantes años abatido, sin rumbo, estas sensaciones son muy agradables de recordar.
Ojalá no vuelva a perder el rumbo. Y por ello debo dar gracias a los que me han aconsejado y ayudado, y a los que siguen haciéndolo, para que ese rumbo no se tuerza por problemas que no puedo resolver.

Gracias a todos vosotros, que sabéis muy bien quien sois :)